Muchos de los gestos que realizamos a diario de forma natural pueden estar encareciendo la factura de la calefacción. Normalmente, suelen ser hábitos que tenemos ya adquiridos desde siempre y en los que nunca nos hemos parado un minuto a pensar en sus posibles consecuencias.
Estos son los cuatro comportamientos que deberíamos empezar a cambiar de inmediato si no queremos pagar la calefacción a precio de oro:
- No cerrar los radiadores en las habitaciones que no usamos normalmente: son muchos los que cierran las puertas de las habitaciones que no utilizamos, pero se les olvida apagar sus radiadores. Así, se está elevando el consumo de la calefacción sin percibirlo. Por lo que se recomienda apagar los radiadores de aquellas estancias que no se utilicen habitualmente.
- Acostumbrarse a un umbral de frío demasiado bajo: la naturaleza de nuestro organismo hace que sea capaz de adaptarse a determinadas circunstancias, como la temperatura. Poco a poco podemos llegar a acostumbrarnos a aguantar temperaturas altas, pero también bajas. Esto depende también del metabolismo de cada persona, pero hay individuos que se encuentran bien con 24º, mientras que otros están cómodos con 19º.
Independientemente de cómo seamos cada uno, podemos ir forzando poco a poco a nuestro cuerpo a estar confortables con temperaturas más bajas. Recuerda que, según los expertos, la temperatura de la calefacción no debe sobrepasar los 21º.
- Apagar el termostato cuando nos vamos de casa: si hacemos esto, nuestra casa estará muy fría cuando lleguemos, por lo que el gasto para calentarla al llegar se incrementa enormemente. Te recomendamos que elijas una temperatura media en el termostato, por ejemplo 16º o 17º, para que la casa no esté tan fría al final de la jornada y no cueste tanto calentarla.
- Elegir tonos oscuros para las paredes de nuestra casa: una parte del calor que recibe el hogar proviene del sol, pero si las paredes de nuestra casa son de colores oscuros, este calor será absorbido por la propia pared, por lo que estaríamos desaprovechando el calor que nos proporciona la luz natural. Sin embargo, la luz solar rebota en las paredes de tonos claros, aumentando así el calor dentro del hogar.
Ahorrar en la factura de la calefacción puede ser muy fácil cambiando unos pequeños hábitos que tenemos ya normalizados. ¿Conocías estas costumbres que provocan que la factura se encarezca?