Si quieres disfrutar de un correcto funcionamiento de la calefacción durante el invierno es imprescindible realizar un buen mantenimiento de los radiadores durante todo el año, pero, sobre todo, justo antes de que llegue el frío para evitar sorpresas.
Estos son los cuatro consejos que tienes que seguir para que tus radiadores funcionen a pleno rendimiento y te evites sustos con la llegada del invierno:
– Purgar los radiadores: es el paso habitual cuando se habla del mantenimiento de estos aparatos. El objetivo de este proceso es extraer las bolsas de aire que han podido quedar en los mismos.
Una vez que hayas purgado los radiadores, tienes que vigilar bien la presión de la instalación, ya que puede haber bajado tras el purgado. Para que funcione perfectamente tiene que estar a 1 bar de presión. Recuerda que esta operación de purgado y de posterior rellenado de la instalación debes hacerlo con la instalación fría.
– Limpieza habitual: realizar una limpieza periódica de los radiadores asegura el correcto mantenimiento de estos aparatos y, además, te permitirá comprobar si el radiador tiene alguna rotura o fuga.
– El ruido sí importa: si el agua que circula a través del circuito de la calefacción produce algún tipo de ruido, significa que el sistema tiene una bolsa de aire o una burbuja atrapada en su interior. Para solventarlo, simplemente tienes que girar la válvula de purgado de forma ligera.
– No tapes los radiadores: si los tapas con un mueble, con una cortina o con cualquier otro elemento decorativo, lo único que conseguirás es que el calor que produce el dispositivo no llegue de forma adecuada, lo que se traduce en un derroche energético. Es decir, que pagarás una factura que no se corresponde a lo que has vivido en tu hogar.