España es uno de los países que más cara para la factura del gas, ya que tenemos tarifas más elevadas que en otros países europeos. Por eso es muy importante adoptar cuanto antes una cultura y un hábito del ahorro en el consumo del gas para evitar grandes sustos a finales de mes.
Estos son los ocho consejos que tienes que tener en cuenta si quieres ahorrar en la factura del gas:
Haz un buen mantenimiento de la caldera. Se debe hacer una revisión anual para evitar el riesgo de sufrir averías y accidentes y para asegurar su correcto funcionamiento y eficiencia. La caldera se debe sustituir cuando esta cumpla 15 años.
Coloca estratégicamente las fuentes de calor. La mejor ubicación es situar los radiadores debajo de las ventanas porque ayuda a distribuir el aire por toda la casa. Eso sí, recuerda no obstruir la salida de calor con objetos, muebles, puertas o cortinas.
Aísla las puertas y las ventanas para evitar perder el calor a través de ellas. Si no se pueden renovar, se aconseja colocar gomas en los bajos de las puertas y bajar las persianas cuando se va el sol, así evitaremos derrochar calor.
Configura el agua caliente a 45 grados, porque subirla hasta 60 grados es un derroche inútil, ya que nunca se va a utilizar a temperaturas más altas de 45 grados.
Pon el termostato a la temperatura adecuada, que son 21 grados, ya que los expertos consideran que esta temperatura es más que suficiente para encontrarse a gusto en casa. Además, cada grado que sobrepase de esa temperatura incrementará el gasto en un 7%, por lo que se debe intentar no subir de los 21º de temperatura.
Aprovecha la luz del sol, ya que esta además de luminosidad, nos aporta calor. Por lo que un buen truco es mantener las persianas y las cortinas abiertas durante la luz solar para aprovechar ese calor natural que nos aporta el sol.
Ten en cuenta todas las zonas de la casa, hay estancias que no usamos y que son más frías que otras, por lo que, en estos casos, lo mejor es cerrar la puerta de aquellas zonas que no usemos de forma habitual.
Las revisiones son muy importantes, si se tiene calefacción, al principio de cada temporada de frío se debe revisar el estado de los radiadores para verificar que se encuentran en perfectas condiciones. Además, si hay que hacer algún tipo de reforma, es mejor hacerla al finalizar la temporada de invierno.