¿Ya habéis sacado la chaqueta y la bufanda del armario? Ya se nos acaba octubre y las temperaturas prometen ir bajando cada día más. De la misma manera que nos abrigamos cuando hace frío, debemos abrigar nuestra casa para mantener el ambiente cálido y agradable.
Hoy os contamos 4 trucos de “toda la vida” para llenar tu casa de alegría y calor sin gastos extras y sorpresas en las facturas:
- Cocina:
La cocina es la alegría de la casa. Los fogones siempre han sido el corazón de las viviendas desde los tiempos medievales. Todavía puedes sacar provecho de este calor tan entrañable, si mantienes la puerta de la cocina cerrada mientras cocinas, consigues mantener la temperatura de esta estancia caliente por más tiempo. Tras hornear, deja la puerta del horno abierta para que toda la casa coja calorcito.
- Muebles:
El cambio de estación puede ser una buena excusa para redecorar la vivienda. La manera como disponemos los muebles en nuestra casa puede afectar la temperatura interna de nuestro hogar. Los muebles más grandes como estanterías y armarios deben estar contra las paredes exteriores para potencializar el aislamiento de la casa y evitar la pérdida del calor.
- Ventanas y persianas:
Las persianas son una excelente barrera para evitar la pérdida de calor. Si ya no hay radiación solar, debemos bajar todas las persianas de la casa, eso ayudará a que el hogar mantenga su temperatura. Por las mañanas y tardes, cuando la luz solar puede entrar en la vivienda, nos conviene dejar las persianas abiertas para que el ambiente absorba el calor. ¡La luz solar puede subir la temperatura de la estancia en hasta 2 grados!
- Cortinas y alfombras:
Volvemos a la máxima de que más importante que calentar es aislar. Si con nuestra calefacción conseguimos ganar calor, pero lo perdemos enseguida… acabaremos con las facturas en las alturas. Invierte en cortinas y alfombras que aíslan la vivienda, ayudan a mantener el calor en la casa y transmiten una sensación de calidez y confort al ambiente.
Es muy importante estar atento a estos pequeños detalles que pueden cambiar la temperatura de nuestro hogar, pero no podemos olvidarnos de la importancia de la revisión de la caldera de gas. Una caldera sucia o mal regulada puede consumir el doble. Una limpieza y una regulación adecuada compensarán su precio con el ahorro de combustible que generan. Además, el mantenimiento preventivo permite resolver incidencias que más adelante causarían averías costosas y es sinónimo de seguridad para toda la familia. 🙂