Saltar al contenido

Averías y problemas con la calefacción

El frío ya ha llegado y las temperaturas han bajado… hora de poner la calefacción en marcha. ¿Tienes todo a punto para la temporada de frío?

Lo primero que debes hacer es dejar tu caldera en condiciones. La revisión de la caldera, además de obligatoria por ley, es totalmente necesaria para garantizar su correcto funcionamiento, verificar la eficiencia energética, sus emisiones de gases y su seguridad.

Para una revisión adecuada, lo mejor es contar con un Servicio Técnico Oficial que disponga de años de experiencia, profesionales expertos, piezas originales y prioridad en las reparaciones. Un contrato de mantenimiento también puede ser una ventaja económica, una vez que incluye revisiones periódicas y posibles reparaciones futuras sin costes de mano de obra ni desplazamientos.

La caldera es el corazón del sistema de calefacción, pero necesita que los radiadores estén preparados para realizar su trabajo. Es esencial asegurarse a cada temporada que todos los radiadores funcionan correctamente. Con el uso y con el paso de los años, los radiadores pueden sufrir pequeñas averías que si no se detectan a tiempo pueden provocar pérdidas de agua o el mal funcionamiento de la caldera.

¿Qué problemas puede presentar un radiador?

Suciedad:

Asegúrate que el radiador está limpio y sin exceso de polvo en su interior, lo ideal es limpiarlo con una escobilla y una aspiradora.

Pérdida de agua:

Uno de los problemas más comunes y más molestos. Si el radiador ya es viejo o tiene las juntas estropeadas, puede presentar pérdida de agua, lo que es un verdadero engorro si pensamos que el radiador contiene agua en circulación constantemente, ¿a que sí?

Para solucionar este problema, deberás cambiar las juntas de la pieza donde gotea. No hay trucos mágicos.

Óxido:

Si tu vivienda posee tuberías antiguas, es probable que puedan provocar el acúmulo de óxido en el interior del radiador. La solución es cambiar el radiador por uno nuevo.

Aire:

Si no has purgado correctamente los radiadores, las burbujas de aire que se acumulan en el interior del radiador pueden impedir el paso del agua y el aparato no se calentará como es debido. La solución es muy sencilla, debes purgar todos los radiadores de la vivienda. Aquí te contamos cómo hacerlo.

Presión de la caldera:

La caldera debe tener una presión determinada. Es esencial que se encuentre entre 1 y 1,5 bar. Si no es así y el circuito no se calienta o presenta pérdidas de agua, deberás llamar a un técnico de Linacal.

¿Todavía tienes dudas o algún problema con tu sistema de calefacción? ¡Ponte en contacto con nosotros y plántale cara al frío! 😉